jueves, 8 de septiembre de 2011

ALIMENTACION









VEGETALES VERDES



  



NUTRICION INFANTIL








PROTEINAS













CARBOHIDRATOS







   VITAMINAS Y MINERALES

LA DIETA CORRECTA Y SU IMPORTANCIA PARA LA SALUD

Una alimentación correcta, variada y completa, una dieta equilibrada cuyo modelo más reconocido es la dieta mediterránea, permite por un lado que nuestro cuerpo funcione con normalidad (que cubra nuestras necesidades biológicas básicas -necesitamos comer para poder vivir-) y por otro, previene o al menos reduce el riesgo de padecer ciertas alteraciones o enfermedades a corto y largo plazo. Basta con recordar el impacto que tienen en nuestra sociedad las llamadas "enfermedades de la civilización". hipertensión, obesidad, diabetes, enfermedades cardiovasculares, trastornos de la conducta alimentaria e incluso ciertos tipos de cáncer se relacionan con una alimentación desequilibrada. No es, normalmente, una relación directa de causa-efecto, pero sí supone uno de los factores que contribuye a aumentar el riesgo de aparición y desarrollo de dichas enfermedades.

Las líneas actuales de investigación se centran ya no sólo en el consumo de energía y nutrientes (proteínas, grasas e hidratos de carbono, vitaminas, minerales y agua), sino también en otros componentes no nutritivos de los alimentos que (se ha comprobado en la experimentación y en estudios científicos de laboratorio) se comportan como elementos protectores frente a estas y otras enfermedades; hablamos concretamente de la fibra y de los antioxidantes naturales, presentes fundamentalmente en los vegetales.

¿QUÉ SABEMOS DE LA DIETA MEDITERRÁNEA?

Tanto la comunidad médica como la que trabaja específicamente en temas de nutrición han llegado a un consenso sobre la bondad de la dieta mediterránea tradicional: contribuye a disminuir el riesgo de padecer patologías crónicas (entre ellas, las enfermedades del corazón, el cáncer, la obesidad y la diabetes) que afectan a grandes capas de población en las sociedades desarrolladas. Son características esenciales de esta dieta el consumo abundante de cereales y sus derivados (pasta, arroz, pan...), legumbres, frutas y frutos secos, verduras y hortalizas, con menores cantidades de pescado, aves, huevos y derivados lácteos y aún más reducidas proporciones de carne y productos cárnicos.

Estos alimentos se condimentan habitualmente con aceite de oliva (aumenta el llamado buen colesterol (HDL-c) y evita la oxidación del llamado mal colesterol (LDL-c-), principal responsable de la formación de placas en venas y arterias) y semillas (grasa similar a la del pescado azul, que reduce el colesterol total, los triglicéridos sanguíneos y la viscosidad de la sangre) y se acompañan (si la persona tiene la costumbre) de un consumo moderado de vino tinto en la comida. Realizar con fecuencia regular ejercicio físico es una característica típica de la forma de vida Mediterránea y un complemento importante de la salud.

RECOMENDACIONES DIETÉTICAS SOBRE EL CONSUMO DE ALIMENTOS

ALIMENTOS RECOMENDABLES

Leche y lácteos: Todos, salvo los indicados en el apartado de 'alimentos limitados'

Carnes, pescado, huevos y derivados: Aves y carnes magras (pollo y pavo sin piel, ternera magra, caña de lomo, conejo, solomillo de cerdo o ternera, caballo), hígado, pescados (blanco y azul) y huevos.

Cereales, patatas y legumbres: Todos. Preferir los cereales integrales a los refinados, aunque depende la dieta de cada persona.

Verduras y Hortalizas: Todas, a ser posible una ración diaria cruda (ensaladas)

Frutas: Todas, salvo las indicadas en 'alimentos limitados'

Bebidas: Agua, caldos desgrasados, infusiones, zumos sin azucarar

Grasas: Aceites de oliva y semillas (girasol, maíz, soja...), mantequilla y margarina vegetal, frutos secos

Otros: Mermelada, miel..., salsas y acompañamientos de platos a base de hortalizas...

ALIMENTOS A CONSUMIR CON MODERACIÓN

Carnes, semigrasa, víscera, jamón serrano, york...: Especial bajo en grasa (3-5% grasas), fiambres de pollo y pavo y otros embutidos grasos, con menor frecuencia o en menor cantidad de consumo

Cereales y patatas: Bollería casera elaborada con aceite de oliva, bollería que en su composición más se parece al pan (bollo suizo, bizcochos de soletilla...), patatas fritas.

Bebidas: Bebidas refrescantes, batidos lácteos, bebidas alcohólicas de baja graduación (cerveza, sidra, vinos de mesa)

Grasas: Mayonesa, nata

Grasas: Postres caseros, helados, gelatinas, precocinados, salsas comerciales y caseras tipo bechamel

ALIMENTOS DE CONSUMO OCASIONAL

Leche y lácteos: Leche condensada, lácteos muy grasos (quesos muy maduros o fermentados), lácteos con mermeladas y nata o enriquecidos con nata

Carnes grasas: (cerdo y ternera grasos, pato), carnes ahumadas o curadas, charcutería (salchichas, foie gras, patés), pescados adobados, salazones, ahumados, en escabeche...

Legumbres: Aquellas que se cocinan con ingredientes grasos de origen animal (morcilla, tocino, chorizo, etc.)

Frutas: en almíbar, secas, confitadas y escarchadas

Bebidas: Bebidas alcohólicas de alta graduación (licores, destilados...)

Crasas: Manteca, tocino y sebos, aceites de coco y palma (sobre todo en cierta repostería industrial envasada), manteca de cacao y productos que la contengan (chocolate, cremas de chocolate tipo pralines...)

Otros productos: Snacks (ganchitos, patatas chips, etc.) y productos de fast food, productode pastelería y repostería rellenos o bañados en soluciones azucaradas, chocolateados....

CONSEJOS PARA LA CONFECCIÓN DE MENÚS SALUDABLES

- Incluir gran variedad de alimentos, pero no en grandes cantidades.

- Variar al máximo el tipo de alimentos dentro de cada grupo (distintas verduras, frutas, pescado blanco-azul, etc).

- Respetar los horarios de comidas y no saltarse ninguna.

- Moderar el consumo de grasas de origen animal (grasas saturadas que tienden a aumentar el colesterol):

- Eliminar la grasa visible de carnes y aves antes de su cocinado

- Escoger preferiblemente con mayor frecuencia las carnes más magras: pollo, pavo, conejo, ternera magra, cinta de lomo, caballo... y desgrasar los caldos en frío antes de emplearlos en la elaboración de sopas, etc.

- Limitar el consumo de fiambres y embutidos, foie gras y patés.

- Si se toman más de 2 vasos de leche entera o equivalente al día, se recomienda que la cantidad extra sea en forma de otros lácteos bajos en grasa

- Comer, al menos, con igual frecuencia semanal, pescado (blanco y azul) y carne. Mínimo: 4 veces pescado a la semana.

- Tomar, cuando menos, dos piezas diarias de fruta al día, procurando incluir algún cítrico (naranja, limón, mandarina...)

- Incluir diariamente verduras, una en forma cruda (ensaladas)

- Legumbres, pastas alimenticias y arroz, entre dos y cuatro veces por semana

- Incluir cada día cantidad suficiente de cereales como el pan.

- Limitar el consumo de alimentos muy azucarados y de sal.

- Beber entre litro y litro y medio de agua al día (4-6 vasos)

- Se recomienda especialmente el aceite de oliva pero también son interesantes otros aceites de semillas: girasol, maíz, soja (todos ellos, con grasas insaturadas cardioprotectoras). No mezclar aceite de oliva con los de semillas, desechar el aceite quemado que humea y, en general, no utilizar el mismo aceite para freír más de tres veces. Mantequilla y margarina, mejor en crudo.

- Distribuir la alimentación en tres comidas principales (desayuno, comida y cena) e incluir alguna colación a media mañana o como merienda, adaptar según horarios y necesidades particulares

- Son más adecuadas, en general, las técnicas culinarias que menos grasa aportan a los alimentos: al agua -cocido o hervido, vapor, escalfado-, rehogado, plancha, horno y papillote. Consumir moderadamente fritos, rebozados, empanados, guisos y estofados (desgrasar en frío mejora su conservación y su calidad nutricional)

- Para que la comida resulte más apetitosa se pueden emplear condimentos como hierbas aromáticas, especias...

HÁBITOS DE VIDA SANOS, COMPLEMENTO IMPRESCINDIBLE EN LA PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

- Evitar el sedentarismo y realizar ejercicio físico frecuentemente contribuye a un mejor control de ciertas enfermedades como la diabetes. Además, mejora la circulación y junto con una dieta hipocalórica (baja en calorías) contribuye a la pérdida de peso. Asimismo, la práctica cotidiana de ejercicio físico aumenta el llamado buen colesterol (HDL-c) y reduce los triglicéridos sanguíneos, refuerza la musculatura y contribuye al bienestar, ya que alivia el estrés y la tensión. El ejercicio debe ser regular, si es posible a diario, adaptado a los gustos del individuo, independiente del tiempo- clima reinante y, lo más importante, debe adaptarse a la edad y posibilidades de cada persona. Tomaremos precauciones en caso de sufrir riesgo cardiovascular y pérdida de sensibilidad nerviosa por el riesgo de lesiones.

- Abandonar los hábitos tóxicos: tabaco, drogas, exceso de bebidas alcohólicas, consumo de medicamentos no necesarios...

- Aprender a mantener un ritmo vital relajado y evitar el estrés que tanto perjudica nuestra calidad de vida.

NOTICIAS DE INTERÉS EN RELACIÓN DE ALIMENTACIÓN Y PREVENCIÓN DE ENFERMEDADES

Últimos avances sobre la funcionalidad de la fibra y los antioxidantes naturales Parte de la investigación actual en relación con la salud y la alimentación se centra en los compuestos no nutritivos de los alimentos y su efecto protector de la salud: fibra y antioxidantes naturales.

La fibra dietética fue desechada durante muchos años por los especialistas en Nutrición Humana. Sin embargo, en las últimas dos décadas se ha producido una sorprendente apreciación de su importancia para la salud. Los diversos tipos de fibra se pueden dividir en dos grandes grupos: los insolubles y los solubles en agua que forman geles viscosos. Los alimentos ricos en fibra aumentan la sensación de saciedad (hacen que la persona se sienta "llena" y que el tiempo de vaciado gástrico sea mayor, por lo que se retrasa la sensación de hambre tras la comida), lo que es beneficioso para las personas que sufren obesidad. Y lo que es más importante aún: una dieta pobre en fibra es causa de estreñimiento y compresión en el tracto intestinal. Esto se ha relacionado con el desarrollo de la enfermedad diverticular del colon, hernia de hiato, hemorroides y venas varicosas.

La fibra como prevención

Todas estas dolencias son más comunes en personas que ingieren poca fibra. Es decir, que las dietas ricas en fibra resultan preventivas. También reducen el colesterol y el riesgo de enfermedades cardiacas.

Las sales biliares se forman en el hígado a partir del colesterol. Se segregan unos 30 gramos del mismo al día en la bilis. La mayor parte de estas sales son reabsorbidas y recicladas. La fibra arrastra una porción de estas sales (y del mismo colesterol, que también se segrega en la bilis) para ser excretada a través de las heces en lugar de ser reabsorbida, haciendo que se utilice más colesterol para sintetizar las sales de la bilis. El mismo efecto reduce también el riesgo de formación de cálculos biliares, ya que una dieta rica en fibra da como resultado más sales biliares y menos colesterol presente en la bilis. La insolubilidad del colesterol cuando se encuentra en altas concentraciones en la bilis ocasiona la formación de cálculos biliares. Las sales biliares también se han relacionado con el desarrollo del cáncer de intestino grueso. Si se mezclan con la fibra dietética en lugar de encontrarse en solución libre, no pueden afectar a la pared intestinal para fomentar el desarrollo de tumores.

La fibra dietética ejerce otros dos efectos relevantes en la reducción del riesgo de cáncer. Todas las dietas contienen compuestos potencialmente carcinogénicos (que pueden causar cáncer) que al mezclarse con la fibra ya no pueden ser reabsorbidos en el cuerpo, y por tanto no pueden afectar a las células intestinales. Además, las bacterias del intestino fermentan una parte de la fibra dietética y parte de los productos de este metabolismo bacteriano (en especial, el ácido butírico) realizan una acción antiproliferativa, ayudan a evitar que se multipliquen las células por lo que proporcionan mayor protección frente al desarrollo del cáncer de intestino.

La fibra soluble también es beneficiosa en el tratamiento de la diabetes mellitus, ya que disminuye la velocidad de absorción de los hidratos de carbono de los alimentos ingeridos, evitando elevaciones bruscas del nivel de glucosa en sangre después de comer: alimentos ricos en fibra soluble tomados conjuntamente con alimentos que contienen azúcares de absorción rápida reducen la velocidad global de absorción de azúcares de la comida, y por tanto permiten incluir mayor variedad de alimentos en la dieta del diabético.

La bondad de los antioxidantes naturales

La mayoría de los antioxidantes naturales se encuentra en alimentos vegetales, lo que explica en parte el carácter saludable de frutas, legumbres, hortalizas y cereales integrales. En los últimos años se han investigado los antioxidantes naturales en relación con su papel dentro de las enfermedades de máximo impacto en Occidente, como las cardiovasculares, numerosos tipos de cáncer, sida, e incluso otras asociadas con el proceso de envejecimiento, como las cataratas y las alteraciones del sistema nervioso. La respiración en presencia de oxígeno es esencial en la vida celular, pero como consecuencia de la misma se producen "radicales libres" y otras "moléculas de oxígeno reactivas", que si no son controladas adecuadamente, pueden ocasionar a lo largo de la vida efectos negativos por su capacidad de alterar el ADN (los genes), las proteínas y los lípidos. Los estudios sobre antioxidantes naturales se centran en la Vitamina E, Vitamina C, Beta- carotenos, bioflavonoides, antocianinas, compuestos sulfurosos, selenio y cinc. La relación que existe entre antioxidantes y enfermedades cardiovasculares, y probablemente enfermedades cerebrovasculares, es hoy una afirmación científicamente sustentada. Se sabe que la modificación del "mal colesterol" (LDL-c) desempeña un papel fundamental tanto en la iniciación como en el desarrollo de la arterosclerosis. Los antioxidantes naturales pueden bloquear los radicales libres y las moléculas de oxígeno reactivo.

Los estudios que relacionan estos radicales libres con el cáncer son más complejos y no tan resolutivos. Se estima que bajos niveles de estos antioxidantes pueden constituir un factor de riesgo para algunos cánceres. Es decir, que los antioxidantes naturales podrían desempeñar un papel protector. Cada día se sabe más sobre los antioxidantes, y podemos promover su consumo mediante los alimentos (verduras, fundamentalmente) que los contienen, aunque es todavía pronto para saber si es conveniente o no ingerir suplementos comerciales con estos elementos.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

DISCAPACIDAD

De cada 100 personas con discapacidad:
  • 39 la tienen porque sufrieron alguna enfermedad.
  • 23 están afectados por edad avanzada.
  • 16 la adquirieron por herencia, durante el embarazo o al momento de nacer.
  • 15 quedaron con lesión a consecuencia de algún accidente.
  • 8 debido a otras causas.
Porcentaje de la población con discapacidad según causa de la misma
(Año 2010).

martes, 6 de septiembre de 2011

Formacion Civica y Etica

Niñas y Niños que construyen su identidad y previenen riesgos
 





Los cambios son diferentes en hombres y mujeres, y no ocurren todos al mismo tiempo .

Las enfermedades del corazón no son una de las principales causas de muerte en niños y adolescentes, pero son la primera causa de muerte en los adultos en los Estados Unidos. Es más, cada 37 segundos muere alguien en los Estados Unidos de algún tipo de enfermedad cardiovascular.

Gracias a muchos estudios y miles de pacientes, los investigadores han descubierto ciertos factores que desempeñan un papel importante en las probabilidades de padecer una enfermedad del corazón. Éstos se denominan factores de riesgo. Algunos factores de riesgo pueden alterarse, tratarse o modificarse y otros no.
La mayoría de los factores de riesgo que afectan a los niños pueden controlarse en la niñez, lo cual reduce el riesgo cardiovascular más adelante. Otros factores de riesgo típicamente se transmiten de una generación a la siguiente (son hereditarios) o son el resultado de otra enfermedad o trastorno. Estos factores de riesgo típicamente pueden controlarse. Las cardiopatías congénitas (defectos cardíacos de nacimiento) no pueden alterarse, pero ahora contamos con mejores estudios y tratamientos para los niños que tienen estos tipos de problemas del corazón.
Los niños y adolescentes pueden reducir su riesgo de padecer una enfermedad del corazón alterando o controlando los factores de riesgo que pueden aumentar las posibilidades de padecer una enfermedad del corazón más adelante.
Reiteramos, algunos de estos factores de riesgo pueden alterarse, tratarse o modificarse y otros no. Pero es importante entender que la prevención es la mejor manera de evitar un problema del corazón más adelante. Si se empieza a controlar el mayor número posible de factores de riesgo en la niñez, es posible reducir el riesgo de padecer una enfermedad del corazón en la edad adulta.
Presión arterial alta
Menos del 3 por ciento de los niños estadounidenses sufre de presión arterial alta, pero se trata de una enfermedad grave en la niñez, especialmente si no se la detecta. Conviene asegurarse de que le revisen a su hijo la presión arterial durante su chequeo anual.
¿Qué es la presión arterial alta?
El corazón bombea sangre a través de una red de arterias, venas y capilares. La sangre en movimiento empuja contra las paredes de las arterias, y esa fuerza se mide como presión arterial.
La presión arterial alta es ocasionada por un estrechamiento de unas arterias muy pequeñas denominadas «arteriolas». Las arteriolas regulan el flujo sanguíneo en el organismo. Al estrecharse (o contraerse) estas arteriolas, el corazón tiene que esforzarse más por bombear la sangre a través de un espacio más reducido, y la presión dentro de los vasos sanguíneos aumenta.
¿Cuál es la causa de la presión arterial alta en los niños?
La presión arterial alta (hipertensión) en los niños no es una cardiopatía congénita, pero puede haber un vínculo hereditario. Por ese motivo, cuando hay antecedentes familiares de hipertensión, es necesario vigilar la presión arterial de los niños con mucho cuidado.
La mayoría de los casos de presión arterial alta en los niños se debe típicamente a otra enfermedad, tal como una enfermedad del corazón o los riñones. Esto se denomina hipertensión secundaria. Con menos frecuencia, los niños tienen lo que se denomina «hipertensión primaria (o esencial)». Esto significa que se desconoce la verdadera causa de la presión arterial alta.
¿Cómo se mide la presión arterial?
El médico medirá la presión arterial de su hijo usando un aparato denominado «esfigmomanómetro».
Las lecturas de presión arterial miden las dos partes de la presión: la presión sistólica y la presión diastólica. La presión sistólica es la fuerza del flujo sanguíneo por una arteria al latir el corazón. La presión diastólica es la fuerza del flujo sanguíneo dentro de los vasos sanguíneos cuando el corazón descansa entre un latido y otro.
Una lectura de presión arterial mide tanto la fuerza sistólica como la diastólica, anotándose la sistólica en primer lugar. Las cifras indican la presión en unidades de milímetros de mercurio (mm Hg), es decir, la altura a la cual la presión dentro de las arterias podría elevar una columna de mercurio.
El médico tomará en cuenta la edad, el sexo y la estatura de su hijo para determinar las presiones arteriales sistólica y diastólica específicas para esa edad, ese sexo y esa estatura. Los médicos emplean este método porque les permite tomar en cuenta diferentes niveles de crecimiento al determinar la presión arterial. También les permite obtener la clasificación más precisa de presión arterial según el tamaño corporal del niño.
¿Cómo se trata la hipertensión en los niños?
En la mayoría de los casos, es posible controlar la hipertensión en los niños si se implementan cambios en su estilo de vida.
  • Ayude a su hijo a mantener un peso corporal saludable. Los niños con sobrepeso generalmente tienen presión arterial más elevada.
  • Aumente su nivel de actividad física.
  • Limite su consumo de sal.
  • Adviértale de los riesgos de fumar cigarrillos. La nicotina de los cigarrillos estrecha los vasos sanguíneos, dificultando aún más el paso de la sangre por ellos. Si un plan de dieta y ejercicio no reduce la presión arterial de su hijo, podrían recetársele medicamentos.
    Colesterol
    Menos del 15 por ciento de los niños tienen niveles elevados de colesterol, pero los estudios han demostrado que la acumulación de placa grasa comienza en la niñez y progresa lentamente hasta la edad adulta. Este proceso patológico se denomina «aterosclerosis». Con el tiempo, la aterosclerosis causa enfermedades del corazón que son la principal causa de muerte en los Estados Unidos.
    ¿Qué es el colesterol?
    El colesterol es una sustancia grasa (un lípido) presente en todas las células del organismo. El hígado elabora todo el colesterol que el organismo necesita para formar las membranas celulares y producir ciertas hormonas. Cuando comemos alimentos de origen animal, tal como carne, huevos y productos lácteos, introducimos colesterol adicional en el organismo.
    Aunque a menudo atribuimos la elevación del colesterol en sangre al colesterol que contienen los alimentos que comemos, el causante principal de este aumento es la grasa saturada que éstos contienen. La materia grasa de los lácteos, la grasa de la carne roja y los aceites tropicales tales como el aceite de coco son algunos alimentos ricos en grasa saturada.
    La sangre lleva el colesterol a las células en partículas transportadoras especiales denominadas «lipoproteínas». Dos de las lipoproteínas más importantes son la lipoproteína de baja densidad (LDL) y la lipoproteína de alta densidad (HDL). Los médicos evalúan la relación entre el LDL, el HDL y unas grasas denominadas «triglicéridos», y la relación entre éstos y el colesterol total.
    Lipoproteína de baja densidad
    Las partículas de LDL transportan el colesterol a las células. El colesterol LDL a menudo se denomina «colesterol malo» porque se cree que los niveles elevados de esta sustancia causan enfermedades del corazón y de los vasos sanguíneos. Un exceso de LDL en la sangre da lugar a una acumulación de placa grasa en las paredes de las arterias, la cual inicia el proceso de la enfermedad aterosclerótica. Cuando se acumula placa en las arterias coronarias que riegan el corazón, aumenta el riesgo de sufrir un ataque cardíaco.
    Los niveles de LDL pueden ser elevados en personas cuya alimentación tiene un alto contenido de grasa saturada, colesterol o ambas cosas. A veces un funcionamiento deficiente de la glándula tiroidea (lo que se denomina «hipotiroidismo») también puede elevar los niveles de LDL.
    Lipoproteína de alta densidad
    Las partículas de HDL transportan el colesterol de las células nuevamente al hígado, donde puede ser eliminado del organismo. El colesterol HDL se denomina «colesterol bueno» porque se cree que los niveles elevados de esta sustancia reducen el riesgo cardiovascular. Los niveles bajos de HDL a menudo son una consecuencia de la inactividad física, la obesidad o el hábito de fumar.
    Triglicéridos
    Los triglicéridos son grasas que suministran energía a los músculos. Al igual que el colesterol, son transportados a las células del organismo por las lipoproteínas de la sangre. Una alimentación alta en grasas saturadas o hidratos de carbono eleva los niveles de triglicéridos. Se cree que los niveles elevados aumentan el riesgo cardiovascular, pero no todos los científicos concuerdan en que los niveles elevados de triglicéridos, independientemente de otros factores, constituyen un factor de riesgo cardiovascular.
    ¿Cuál es la causa del colesterol elevado en niños y adolescentes?
    En algunos casos, el colesterol elevado es hereditario. Esto se denomina hipercolesterolemia familiar. Alrededor de un 1 a 2 por ciento de los niños tienen esta enfermedad y deben realizarse un control de los niveles de colesterol antes de los 5 años de edad.
    Otros factores de riesgo de colesterol elevado son la obesidad, la presión arterial alta y el hábito de fumar. A menos que tengan alguno de estos factores de riesgo, la mayoría de los niños y adolescentes no necesitan realizarse un control de los niveles de colesterol hasta los 20 años de edad.
    ¿Cómo se previene o trata el colesterol elevado?
    Para reducir el riesgo de que se acumule placa grasa en las arterias, su hijo debe:
    • Hacer ejercicio con regularidad. Anímelo a hacer ejercicio durante 30 a 60 minutos casi todos los días.
    • Comer alimentos de bajo contenido de colesterol y grasa. Su hijo debe comer más panes, pastas, cereales y fruta y verdura fresca. (Observación: No debe limitar el consumo de grasa del niño si tiene menos de dos años de edad. Los bebés necesitan grasa para su crecimiento y desarrollo. Después de los dos años de edad, los niños deben comenzar a consumir menos calorías grasas.)
    • Conocer los riesgos de fumar cigarrillos.
    • Aprender a controlar el peso corporal, la diabetes o la presión arterial alta, si tiene estos problemas de salud.
    Los niños diagnosticados con colesterol elevado deben al menos seguir un plan especial de dieta y ejercicio. Si con un año de tratamiento con dieta y ejercicio no se reduce el colesterol, podrían recetársele medicamentos reductores del colesterol. Los niños con colesterol elevado y otros factores de riesgo cardiovascular también pueden necesitar estos medicamentos.
    Tabaquismo
    Según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC), alrededor de 3 millones de adolescentes fuman y alrededor de 4.000 adolescentes adquieren el hábito todos los días. Es más, la mayoría de la gente que fuma adquiere el hábito antes de terminar la escuela secundaria. Esto significa que si los niños pueden evitar el cigarrillo en la escuela, probablemente nunca adquieran el hábito de fumar.
    Más de 90.000 personas mueren cada año de enfermedades del corazón causadas por el cigarrillo. Entre la gente joven que de lo contrario tendría un riesgo cardiovascular muy bajo, el hábito de fumar cigarrillos puede causar tanto como el 75 por ciento de los casos de enfermedad cardiovascular. Y cuanto más tiempo fume una persona, mayor es el riesgo cardiovascular.
    ¿Cómo afecta el cigarrillo al corazón?
    Aunque es más conocido como un factor que aumenta el riesgo de cáncer de pulmón, el hábito de fumar cigarrillos y tabaco también puede aumentar el riesgo de enfermedad cardiovascular y de enfermedad vascular periférica (enfermedad de los vasos sanguíneos que aportan sangre a los brazos y las piernas).
    Según el Surgeon General (director de Servicios de Salud Pública) de los Estados Unidos, la mayoría de los adolescentes que fuman son adictos a la nicotina de los cigarrillos. La nicotina estrecha los vasos sanguíneos y aumenta el esfuerzo del corazón. Aun cuando los adolescentes desean dejar de fumar, la adicción a la nicotina les dificulta mucho la tarea. Además, presentan los mismos síntomas de abstinencia que los adultos.
    Aunque la nicotina es el agente activo principal del humo del tabaco, otros compuestos y sustancias químicas, tales como el alquitrán y el monóxido de carbono, también son perjudiciales para el corazón. Los estudios han demostrado que fumar acelera la frecuencia cardíaca, estrecha las principales arterias y puede provocar irregularidades en la frecuencia de los latidos del corazón, todo lo cual aumenta el esfuerzo del corazón. Las sustancias químicas en el humo del cigarrillo y el tabaco contribuyen a la acumulación de placa grasa en las arterias, posiblemente porque lesionan las paredes de los vasos sanguíneos. Estas sustancias químicas también afectan al colesterol y a los niveles de fibrinógeno (un coagulante sanguíneo). Esto aumenta el riesgo de que se forme un coágulo sanguíneo que pueda provocar un ataque al corazón.